Castilla y León contaba al término del primer trimestre de 2014 con un total de 64.958 empresas inscritas a la Seguridad Social, lo que supone 1.074 menos que en el mismo periodo del año anterior, con una merma porcentual del 1,6 por ciento. Los datos de que dispone el Ministerio de Empleo y Seguridad Social constatan que en España había en marzo, 1.160.095 actividades cotizantes, 4.362 menos que un año antes, con un descenso del 0,4 por ciento. Estas cifras suponen que una da cada cuatro empresas que abandonaron su actividad en los últimos 12 meses en el conjunto nacional, operaba en Castilla y León.
El impacto del sexenio recesivo sobre el tejido empresarial de la Comunidad, ha supuesto la desaparición de 12.927 empresas (a finales de 2007 estaban activas 77.885 en la Comunidad), con una disminución porcentual del 16,6 por ciento; mientras que en el conjunto de las autonomías desaparecieron 245.843, con una rebaja del 17,4 por ciento. La Comunidad absorbió así el 5,1 por ciento de las pérdidas globales de empresas durante la crisis.
El año 2014 arrancó con un pérdida de 903 empresas en la Comunidad respecto a diciembre, al pasar de 65.350 a 64.447. Sin embargo, los dos meses siguientes se ha registrado un avance en la creación de empresas en la Comunidad, aunque muy tímido, ya que en febrero empezaron a cotizar 108 nuevas actividades, y en marzo, otras 403.
Cambio de tendencia
Responsables de la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale) destacaron que estas cifras ponen de manifiesto que el año 2014 ha comenzado marcando “un cambio en la evolución” tras la etapa “más dura” de la crisis económica en lo que se refiere al ritmo de destrucción de empresas, “lo que da idea de la pujanza y capacidad de esfuerzo que está realizando el tejido empresarial; el verdadero motor que genera actividad y empleo”.
Sin embargo, desde la patronal autonómica expresaron que se necesitan todavía “reformas de calado, como la fiscal o de las administraciones públicas y apuntalar el proceso de internacionalización, potenciando la puesta en valor de los productos y servicios de nuestra Comunidad autónoma”.
Además, defendieron que es necesario que el crédito fluya “con mayor agilidad” hacia los balances empresariales, y lo haga en condiciones similares a aquellas en las que se financian las empresas de los países del entorno de España, pues “las pocas empresas que consiguen acceder a él, parten ya con una importante desventaja competitiva”. “Un sistema crediticio proactivo a la inversión del sector privado permitirá frenar el ritmo de desaparición de empresas y, por tanto, de empleo”, aseguraron. Igualmente, Cecale aboga por un posicionamiento “firme” que persiga “de forma decidida adelgazar el exceso burocrático y normativo, y que permita avanzar hacia la consecución de la necesaria unidad de mercado”.
Por ello, Cecale confía en que el I Plan de Apoyo a la Creación de Empresas, así como el acuerdo de simplificación de trámites administrativos contemplado en la Ley 5/2013, de Estímulos a la Creación de Empresas en Castilla y León, junto con que el recién aprobado III Acuerdo Marco para la Competitividad e Innovación Industrial de Castilla y León, “ayuden a la creación de tejido empresarial y doten a las empresas de un marco de actuación que las otorgará mayor flexibilidad, estabilidad y certidumbre, puesto que incluye medidas positivas y proactivas a la actividad empresarial, impulsando un nuevo modelo económico sustentado en la innovación, en la tecnología y en un mercado global, y centrado en el conocimiento y la especialización inteligente y la cooperación empresarial”.
Por provincias
Por provincias y en relación a marzo del año pasado, el número de empresas se redujo en León (12.452) y Palencia (4.634), un 2,3 por ciento, en ambos casos; en Valladolid (14.375), un 1,7 por ciento; en Burgos (10.493) y Soria (2.963), un 1,5 por ciento en cada una; en Ávila (4.705), un 1,3 por ciento; en Segovia (5.184), un 1,2 por ciento; en Salamanca (9.586), un 0,8 por ciento; y en Zamora (5.097), un 0,7 por ciento.
Desde 2007, el número de empresas ha caído un 21 por ciento en la provincia abulense; un 19,6 por ciento en la leonesa; un 17,1 por ciento en la segoviana; un 15,9 por ciento en la salmantina; un 15,5 por ciento en la vallisoletana; un 14,5 por ciento en la palentina; un13,6 por ciento en la burgalesa; un 13,5 por ciento en la zamorana; y un 9,5 por ciento en la soriana.