Un momento del desfile de carnaval.
Los más pequeños volvieron ayer a disfrutar del carnaval en una jornada que en La Bañeza está reservada para los niños y la noche para los adultos, aunque ninguna normativa obliga ni impide a unos ni otros participar en todas las actividades de esta fiesta que goza y exhibe su declaración de Interés Turístico Nacional.
Con un recorrido más corto que el domingo, itinerario que se repite esta tarde -día grande del Carnaval- con los grupos de ayer y otros muchos hasta alcanzar las sesenta comparsas, sin contar los aficionados que ‘corren’ por libre, la cantera salió de la calle del Salvador para acabar en Vía de la Plata tras de dos horas de fiesta.
Un total de 17 grupos más los espontáneos y tres carrozas completaron un cortejo en el que no faltaron los clásicos payasos, pingüinos, los pitufos del Teleno con su gato ‘Comenius’, indios, princesas y personajes de un cuento ‘Tranquilo’ o disfraces curiosos como un grupo cuyos componentes se convirtieron en castañuelas o en letras del abecedario.
Y aunque durante todo el día por las calles se concentraron numerosos carnavaleros y muchos comercios también vistieron sus tiendas de antruejo, la gran fiesta llegó al atardecer de la jornada con una de las citas más llamativas del programa bañezano: la Noche Bruja, un acontecimiento que reunió a miles de personas en las calles durante toda la madrugada.
