Desde hace unos días, los pendones de León ya viajan por el mundo a través de las cartas postales gracias al sello emitido por Correos, una estampa que tuvo su puesta de largo durante un acto al que asistió la presidenta de la Diputación, Isabel Carrasco, junto a los responsables de la compañía postal y que pretende ser un recuerdo de las enseñas del antiguo reino leonés que forman parte de su acervo cultural.
El efecto postal que se ha puesto en circulación tiene una tirada 300.000 ejemplares y una tarifa de 0,85 euros (tarifa carta internacional), lo que hará que miles de cartas difundan por todo el mundo la enseña del antiguo reino leonés. La impresión está realizada en huecograbado, en papel estucado, engomado y fosforescente y el formato de los sellos es de 57,6 x 40,9 milímetros (horizontal) y presentan un dentado de 13 ¼ (horizontales) y 13 ¾ (verticales). Los efectos en cada pliego son 25, según explicaron fuentes de la institución provincial.
La presidenta de la Diputación felicitó tanto a Correos como a la Asociación de Pendones Reino de León por esta iniciativa y subrayó que “son pendones en los que nos reconocemos y a los que con este sello se tributa un merecido homenaje”. Se trata, según Carrasco, de “un distintivo de nuestros pueblos y comarcas en tiempos del viejo Reino que de forma habitual ya sólo se puede ver en nuestra provincia, aunque en tierras como las de Zamora todavía se conserva esta singular y exclusiva tradición”.
El origen del pendón está ligado a la época medieval y venía a ser una bandera o insignia militar usada como distintivo por los señores feudales y sus milicias. En las guerras medievales, al no existir ejércitos organizados, los hombres armados al servicio de estos nobles se identificaban por las banderas y los colores heráldicos. Se elaboraban en lana, tela o seda adamascada y de dimensiones variables terminaban en una o varias puntas. Se sujetaban en un largo mástil, que podían medir hasta 13 metros, y el peso del conjunto podía llegar a los 35 kilos.
Con el transcurso del tiempo, los pendones pasaron a ser utilizados por la sociedad civil y eclesiástica y fueron usaros por la iglesia y las cofradías religiosas para guiar las procesiones y celebraciones cristianas. En la parte superior de la vara se le incorporó una cruz. En los pendones leoneses el colorido constituye una seña de identidad. Así, entre otros, el rojo carmesí se identifica con el color del Reino de León y aparece en su escudo heráldico y en el Pendón Real; el verde se relaciona con la Reconquista, y el morado con la Guerra de las Comunidades y con los cultos de la Semana Santa.
En los últimos años han surgido organizaciones dedicadas al estudio, recuperación, conservación y difusión de los pendones históricos que forman parte del acervo cultural del antiguo reino de León. Una de ellas es la de La Bañeza, que ha promovido la creación de una enseña que representa a la ciudad en numerosos actos dentro y fuera de ella a lo largo del año.
Panorámica de los pendones en la plaza Mayor, con la enseña bañezana en primer plano.
