El Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida Alubia de La Bañeza-León espera recoger algo más de 700 toneladas en las 380 hectáreas que se encuentran plantadas y controladas por el sello de calidad. Con medio centenar de agricultores amparados por la marca, el principal problema al que se enfrentan los agricultores es la enfermedad denominada ‘grasa’.
Pinta, canela, riñón y plancheta son las cuatro variedades de alubias amparadas por la Indicación Geográfica Protegida de La Bañeza y a la espera de las cifras de la cosecha de este año la idea es que la producción se mantenga en los más de 700.000 kilos de esta legumbre que se recogieron en la pasada campaña, con pinta y blanca ocupando la mayor parte de la cosecha.
Apolinar Castellanos, presidente de la IGP Alubia de La Bañeza-León, remarca que las propiedades organolépticas de la producción autóctona son lo que hace única a esta legumbre que da fama a la gastronomía bañezana y este año se está viendo amenazada por una bacteria que se desarrolla a través de la temperatura y los riegos, coloquialmente denominada ‘grasa’.
El problema que hay con esta plaga, que afecta tanto a la planta y a la hoja como a la vaina, es que la falta de precauciones podría llevar la cosecha “al traste”. Una cosecha que en la comarca zamorana de Benavente ha perdido buena parte de los cultivadores que tradicionalmente estaban acogidos a la IGP por la falta de cumplimiento de los “rigurosos” requisitos solicitados por el Consejo Regulador de la Indicación, relacionado con la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos; el deseo del cultivo de más de sus cuatro variedades; la dificultad del control de plagas con los herbicidas y pesticidas autorizados o las medidas de la Política Agraria Común en la Comunidad.
Algunas de las variedades de alubias amparadas por el sello de calidad IGP Alubia de La Bañeza-León.
