Los regantes de la Valduerna denuncian, a través de un comunicado remitido a los medios, la «problemática a la que están siendo sometidos» por parte de la Confederación Hidrográfica del Duero, imponiendo una nueva normativa y haciéndola cumplir a base de sanciones y multas, «sin haber tenido en cuenta la cultura, dimensión, estructuración del campo, y análisis de los suelos y sus cultivos» de esta comarca «cuyo mayor recurso económico y estilo de vida es la agricultura».
Al mismo tiempo recuerdan que es «una zona que lleva abandonada por cualquier tipo de administración, tanto a nivel local como nacional, en donde sus propios habitantes (los pocos que aun se resistente y resignan a querer prosperar en la tierra que los vio nacer), se dedican al trabajo del campo; una ardua tarea y tan necesaria en nuestros días».
Los problemas con CHD llevan cinco años sobre la mesa, cuando este ente público «quiso instaurar unas normas generales a nivel nacional, de zonas donde hay una concentración y un regadío modernizado, en una zona olvidada por la mano de Dios, donde los lugareños se buscaron la manera de poder llevar a cabo el arte de la agricultura, manteniendo un hábitat de equilibrio entre flora, fauna, cultivos y ser humano en armonía; pero que de repente todo desapareció», alegan.
En su escrito, tras recordar el periplo que a cuenta de los antiguos pozos de riego llegó a motivar incluso varias concentraciones tanto en León como en Valladolid, concluyen que estas medidas y sanciones pretenden «por un lado, poner trabas a esta zona agrícola para su desaparición (quién sabe, puede haber oculto algún interés de tal magnitud que a unos pobres pueblerinos se nos escapa de la imaginación) y, por otro, obtener unos ingresos por el agua consumida, si su único propósito es hacer caja», señalan.
Finalmente, los regantes recelan de los planes del organismo de cuenca y aseguran que «queriendo pensar bien, lo que trta CHD es de querer regular el río, pero para eso hace falta inversión por parte de la administración, y ellos están atados de pies y manos, pues no dejan de ser unos funcionarios que no se van a mojar en hacer más que sus propios convenios y directrices les exijan; conclusión, esto no funciona», concluye el comunicado.
Los manifestantes desplegaron una pancarta en defensa de los pozos.
