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Los tiempos cambian que es una barbaridad

● José Cruz Cabo ►Viernes, 2 de enero de 2015 a las 9:19 Comentarios desactivados


José Cruz Cabo

Hace años, antes de que la televisión entretuviera a la gente en casa para comer las uvas al ritmo del reloj de la Puerta del Sol de Madrid, la gente el día de Nochevieja se concentraba en nuestra Plaza Mayor para disfrutar de las campanadas del reloj del ayuntamiento y comerse las uvas a sus sones.

Nuestra Sala de Recibir, como la denominó José Marcos de Segovia, era en esos tiempos el centro de atracción de los bañezanos en esa noche de fin de año y en todas las tardes del año de los domingos y fiestas. Se comían las uvas y se disparaban cohetes y petardos para comenzar el nuevo año, y después recogerse en los distintos bares y cafés para compartir la primera ronda de vinos o licores con los familiares y amigos que se encontraban en ellos.

Recuerdo que el Café Pasaje, regentado por los hermanos Toral, Marcelo, Victoriano y Polo, invitaban a la primera consumición del nuevo año, ahora nuestra plaza queda vacía esa noche, porque las uvas se comen en las casas o en los restaurantes y las fiestas se celebran en salones y discotecas y no al sonido de la guitarra o la pandereta como se hacía antes en las casas. Como diría Don Hilarion, “Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad, una mostruosidad”; y es que la convivencia en la calle, como en esos años, prácticamente ha desparecido.

También la Adoración Nocturna comenzaba su vela a las once de la noche y a las doce durante las campanadas del reloj de la Plaza se tiraban sobre el suelo de la iglesia de Santa María de bruces desde el primero al último de los toque, dando comienzo acto seguido la primera misa de Año Nuevo. Por cierto, que fueron varios relojeros los que se preocuparon del reloj de nuestro ayuntamiento, yo recuerdo a Licesio Ramos, a Mino y José Martín, que esa noche estaban en la torre esperando no hubiera un fallo en las campanadas.

En fin, que los tiempos cambian aunque los recuerdos de antaño permanezcan, y para felicitar estas fiestas a mis lectores no se me ha ocurrido otra cosa que escribir estos recuerdos de antaño. Feliz Navidad y nuevo año 2015 a todos.

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