Como cada año, la campaña contra el hambre que organiza Manos Unidas y que este año lleva como lema «Un mundo nuevo, proyecto común» ha llevado este miércoles, 12 de febrero, hasta los cinco centros educativos bañezanos la tradicional ‘operación bocata’, una cita que pretende implicar a los más jóvenes en la tarea de ayudar en los proyectos encomendados a la Diócesis de Astorga para tratar de solucionar importantes deficiencias en países en vías de desarrollo.
En total, Manos Unidas repartió un total de 1.224 bocadillos de chorizo, salchichón o tortilla entre los alumnos y profesores de los dos institutos de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato -Ornia y Vía de la Plata- así como para los estudiantes y el personal docente y de administración de los colegios Teleno, San José de Calasanz y Nuestra Señora del Carmen, una participación más alta que en ediciones anteriores.
Manos Unidas reparte cada año cerca de un millar de bocadillos y botellines de agua gracias a las voluntarias de la organización católica, a quienes ayudaron en los trabajos varias personas de la ciudad y del consistorio, concretamente para la elaboración de las tortillas y reparto de los bocatas; además, desde el colegio Teleno también se ayudó con el servicio de cocina para la elaboración de las tortillas para los bocatas con los que ha colaborado la comunidad educativa del centro.
Los tres proyectos
Tal y como adelantó Ibañeza.es, los tres proyectos de Manos Unidas en la Diócesis de Astorga para este año son la construcción y equipamiento de una escuela infantil en Matola (Mozambique) con un coste de 69.462 euros, la construcción de dos casas para el personal en un centro de salud de Mpunde (Zambia) con un coste de 36.850 euros y la mejora de las condiciones sociolaborales de las mujeres en Oruro (Bolivia) que supone un coste de 89.180 euros.
Un momento del reparto de bocadillos en el IES Vía de la Plata de La Bañeza a los alumnos del centro.
