José Cruz Cabo
El pasado domingo actuó la Coral del Milenario, bajo la batuta de Jairo del Río, acompañada por la coral astorgana Excelsior y con los jóvenes y eficaces músicos Miguel Fernández Vega al piano, Luis Busto al bombardino, José del Río y David Arnaldo a la trompeta, Adrián Martínez al trombón y Virginia Pernía a la trompa.
Con cerca de ochenta voces y estos excepcionales músicos acompañando a ambas corales, consiguieron un concierto impresionante, soberbio, fabuloso, impecable, para mi gusto creo que nunca ambas corales han realizado un concierto tan exquisito y lleno de matices musicales tan perfectos. Primero José del Río a la trompeta y Miguel Fernández al piano, interpretaron una preciosa obertura musical.
Acto seguido apareció Jairo del Río para dirigir como aperitivo, “Sicut Cervus” de Palestrina y, acto seguido, nada menos, atacaron la misa breve de Charles Gounod, con el Kyrie, el Gloria, el Sanctus, el Benedictus y el Agnus Dei, junto con la pequeña orquesta y todo bajo la dirección, del joven y grandísimo director, Jairo del Río, en una actuación que no se dejó nada a la improvisación y que todo fue discurriendo con facilidad, con unas partituras que poseían mucha dificultad y sin embargo fueron saliendo con una seguridad, una compenetración de canto y música y una sonoridad de todas las cuerdas impresionantes y perfectas.
Las bóvedas de la catedralicia iglesia de Santa María de la Plaza expandían los sonidos con una nitidez y un silencio impresionantes, que solo se rompían con los aplausos cada vez más fuertes y sinceros de los oyentes, que iban metiendo en sus facultades auditivas y en sus ánimas, los bellísimos acordes que salían de los instrumentos y gargantas de los actuantes, bajo la magia de un joven y preparadísimo director como el joven Jairo.
Al finalizar el concierto con una de las partes del famosísimo Requiem de Mozart, interpretado con una enorme perfección por todos, “Lacrimosa”, el público puesto en pie no paraba de aplaudir, por lo que repitieron el Gloria para satisfacer el entusiasmo de los espectadores.
Acto seguido, José Castaño se puso al micro de la iglesia para ofrecer un ramo de flores a la presidenta de la Coral Excelsior de Astorga, otro a la alcaldesa en funciones, Piedad del Río, que le entregó su sobrino Jairo del Río, otro para la concejala de cultura, Carmen de la Torre y un cuarto para la presidenta de la coral del Milenario. Y para el director una pequeña estatua de Don Quijote en su caballo, por lo que ambas corales con Jairo a la batuta, interpretaron un motete de los que cantaron durante el pregón, que como todo lo demás, resultó impecable y después de una prolongadísima ovación se dio por finalizado el concierto que se repetirá en la iglesia de San Bartolomé de Astorga.
La verdad que en este concierto casi termino llorando de emoción, porque nunca había oído a dos corales como la de Astorga y la del Milenario realizar un concierto tan impresionante y bello como éste, a pesar de que a nuestra coral la seguí por muchos sitios durante años y también había asistido a algún concierto de la Excelsior. Solo me queda felicitar a ambas agrupaciones por este maravilloso concierto y desearle a Jairo muchos éxitos como éste, o mayores.
