Cita obligatoria de cada Lunes Santo por la noche para el devoto bañezano. El Vía Crucis procesional que organiza la cofradía de Jesús Nazareno ha vuelto a reunir a decenas de fieles y cofrades en el silencio de la noche para recorrer durante más de dos horas y media las catorce estaciones del camino hacia el Calvario intercalando las reflexiones litúrgicas con las oraciones y los cánticos de los devotos, apenas interrumpidos por el sonido de un tambor.
La imagen del Cristo crucificado tallada por Faustino Sanz Herranz, el Crucificado tendido –donde los niños son los protagonistas absolutos, tirando de las sogas que penden del madero–, la réplica de la Piedad de Gregorio Fernández y la Virgen de la Soledad volvieron a salir de su capilla de la calle Juan de Mansilla para recorrer algunas de las calles más céntricas, donde los vecinos colocan una serie de altares con las que representar las estaciones para el ejercicio del Vía Crucis.

Momento de la llegada de la procesión a la Plaza Mayor.