La iglesia parroquial de Palacios de la Valduerna ha recibido recientemente los trabajos de restauración del sagrario y del lienzo situado en el centro del retablo mayor del templo, dos piezas que se encontraban muy deterioradas por el paso del tiempo y cuyas intervenciones han sido financiadas con fondos privados provenientes de la parroquia de Santa María y donaciones particulares, además de subvenciones del Obispado de Astorga y la Diputación de León.
Los trabajos de recuperación han sido realizados por el taller de la restauradora Araceli Reyero Alario junto a su equipo de profesionales, la restauradora Laura Fernández y el ebanista Rafael Ordás y son fruto del interés que desde hace años muestra la comunidad local se han conseguido restaurar obras como el Cristo gótico, relieves y retablo del Cristo, las imágenes de Virgen del Rosario, de Santa Águeda, de San José, de San Antonio, de la Virgen con el Niño y, finalmente el sagrario y lienzo del altar mayor que ahora se han presentado.
El sagrario
En el caso del sagrario, que tenía graves problemas estructurales como ataque de carcomas, roturas, grietas, pérdidas de madera, mutilaciones, desencolado y pérdida de molduras…, incluso daños en su policromía y dorado tales como repintes, desgastes, rozaduras, barnices oxidados, acumulación de cera, lagunas en dorados y preparaciones, para devolver a la pieza su integridad física y estética, se hizo necesario intervenir también en su entorno, como la superficie del altar sobre la que se asentaba o el muro de la cabecera, para seguir con el sagrario propiamente dicho: desinsectación, consolidación, reposición de piezas, ajustes, encolados, eliminación de repintes, recuperación de policromía y dorados originales…
El lienzo
Los responsables de la restauración explicaron que el lienzo del retablo mayor se encontraba sujeto en todo su perímetro por puntas al hueco de la hornacina y el tejido estaba muy deteriorado por efecto de la foto-degradación de la luz proveniente de la luz de la cabecera, así como numerosos desgarros, agujeros, pérdidas y manchas de humedad. La intervención sobre el lienzo consistió en un reforzamiento del tejido mediante un re-entelado flotante y la colocación de numerosos parches e injertos, así como bandas o bordes que permitieran su colocación en un bastidor de madera hecho a medida. Por otra parte, la policromía que estaba aplicada directamente sin preparación fue objeto de una limpieza química y física, para su perfecta consolidación.
A la izquierda, imagen de antes de la restauración. A la derecha, estado actual del retablo.
