Posada de la Valduerna celebró la segunda concentración de pendones, convocada por el coordinador José Fuertes. A media tarde fueron llegando a Villamontán los pendoneros con sus pendones y algunas pendonetas de Villalís, Miñambres, Robledino, Urdiales del Páramo, La Bañeza, Toralino, Santa Elena de Jamuz, Villanueva de Jamuz, Quintana y Congosto, Calzada de la Valdería, Brimeda, Palacios de la Valduerna, Benavides, Villamontán, Torneros de la Valdería y Posada, como anfitrión.
“Con ese estilo ancestral de saber pujar haciendo fácil lo difícil, avanzaron pendones y pendonetas hacia Posada. Algunas mujeres hicieron los relevos con la misma facilidad que los hombres; y los niños regocijados con sus pendonetas ante un tiempo que si no fue ideal sí que era propicio con suave brisa”, explica Landelino Franco, cronista oficial de Villamontán, recordando que numeroso público acompañó todo el recorrido donde no faltó la música leonesa a cargo de Bañezaina.
Una vez en Posada, siguió la fiesta con una cena ofrecida generosamente por la Asociación del Pendón de Posada y después música y bailes hasta las dos de la madrugada, sin que faltara una rifa para colaborar con la organización del evento.