A pesar de ir siempre a contracorriente en cuanto a cadenas virtuales, copiaspegas y sugerencias moralistas se refiere, al final sucumbí a la moda de poner durante estos días algo rosa en la foto de perfil y decidí posar detrás de un enorme lazo rosa para demostrar al mundo que yo también estoy en contra del cáncer. Todo el mundo está en contra del cáncer; nunca conocí a nadie que estuviera a favor, yo también, aunque no me sume a las cadenas impositivas con las que me cruzo cada día.
El caso es que estos días los perfiles de las redes sociales se llenan de pinceladas rosa: gafas, camisetas, lazos, fulares, bolsas y cualquier complemento que demuestre que su poseedor está en contra del cáncer; en facebookilandia hay quienes parecen mirar mal a quien no se sume a la fiebre rosa, a quien no lleve el lacito, o a quien no se sensibilice públicamente con el tema compartiendo el lazo, la frase o la vela de muro en muro. Y eso sólo no es suficiente. Usar el hastag #sumatealrosa y ponerse las gafas para la foto está muy bien, pero hay que hacer un poco más.
Quizás no sea La Bañeza la ciudad más indicada para usar como ejemplo de poca colaboración, porque es todo lo contrario, ya que las donaciones que se realizan a la Junta Local de la AECC, junto con la cena, la carrera y las cuestaciones que los voluntarios hacen todos los años, superan con creces tanto las expectativas, como la recaudación de otras ciudades más grandes, pero toda ayuda es poca y cualquier donativo, por pequeño que parezca puede servir para llevar a cabo una gran labor de investigación y apoyo.
Por eso, además de esos signos visibles que nos muestran como seres supersolidarios es conveniente –aunque sea desde la sombra y cuando nadie nos ve– acompañar esos lazos rosas o verdes, según la ocasión, de un donativo a la medida de nuestras posibilidades, claro está y contribuir a la investigación de la enfermedad, porque hoy tenemos conocidos, amigos, familiares, pero mañana podemos ser nosotros quienes estemos ahí, formando parte de esas terribles cifras.
Por eso querido lector, haga caso al hastag #sumatealrosa, comparta una foto alusiva y acompañe con un donativo; no compre la bolsa “llena de apoyo” o las gafas sólo por el hecho de tenerlas entregando únicamente el precio que la AECC estipula conveniente, colabore con un poco más y no se conforme con que la campaña en redes sociales le salga casi gratis, porque en esta lotería –que curiosamente, si es gratis– todos tenemos papeletas.
