Aunque quienes tenemos cada día un plato de comida, ropa limpia y una ducha caliente no lo valoramos lo suficiente, no podemos evitar que se nos encoja un poco el corazón ante las cifras que esconden las caras y los nombres de esas personas que no tienen tanta suerte. Muchas veces son nuestros propios vecinos, amigos o familiares quienes tienen que dejarse ayudar por los servicios sociales para poder hacer frente a gastos tan básicos como pagar la luz de sus casas, vestir a sus hijos o comer.
Lejos nos quedan todos esos casos de personas que vemos en la televisión rebuscando en la basura, porque nos parece que esas cosas sólo pasan en las grandes ciudades, pero no podemos evitar estremecernos al comprobar que aquí, en La Bañeza, son 300 las personas se han beneficiado en estos últimos días del reparto de 2.422 kilos de alimentos por parte del ayuntamiento, sin contar la labor que realiza a diario Cáritas o Cruz Roja y los programas de recogida de alimentos o juguetes que ponen en marcha desde las parroquias, colegios o instituciones; esas que realizan una labor callada y no siempre valorada.
Pero aunque todo el año es necesaria la ayuda de todos, y no sólo la económica, es en la proximidad de las fechas navideñas cuando la gran mayoría decidimos colaborar con quien más lo necesita aportando ropa, alimentos o ese pequeño granito de arena en forma de ayuda económica que permitirá que esa persona anónima tenga un motivo para sonreír por la seguridad que da tener las necesidades cubiertas, aunque sólo sea por ese día.
Gestos como los que han protagonizado en las últimas fechas entidades como Cruz Roja, apoyados por una buena parte de la sociedad bañezana, son los que nos hacen un poco más humanos. Nuestra economía no se va a ver afectada por aportar 5 euros y participar en las actividades que han organizado, o por adquirir ese precioso calendario ideado por Toño Lobato que nos recordará cada día del año que los Amigos del Pendón también son solidarios.
Y es que no nos paramos a pensar que muchas de esas familias que en estos momentos atraviesan situaciones difíciles, hace poco gozaban de una vida como cualquiera de nosotros y tenían todas sus necesidades cubiertas sin tener que recurrir al auxilio social. ¿Quién nos asegura que mañana, dentro de un mes o el próximo año no seremos nosotros quienes acudamos a recibir esos alimentos o ser beneficiarios de esas ayudas? Ten conciencia y sé solidario; te puede tocar a ti.
