Landelino Franco
El pasado sábado peregrinaron en romería al Santuario de la Virgen del Castro los pueblos de Villalís, Villamontán, Miñambres, Ribas, Redelga, Valle, Fresno y Palacios, todos de la Valduerna. Días antes lo habían hecho también los pueblos de Robledo, Robledino y Posada de la Valduerna. Como es tradición, acompañaban las imágenes de la Virgen con el Niño Jesús, las cruces procesionales y los pendones, más algunas pendonetas.
No era de rogativas esta romería en esta ocasión. Sí de regocijada ida a visitar simbólicamente a la Virgen del Castro por todas las “hermanas” de estos pueblos como es tradición muy antigua. El tiempo, acompañado de suave brisa mañanera, facilitaba nuestro caminar y el arte de pujar los pendones, en armonía con los cantos religiosos. Lástima que el tendido de los cables de luz y de telefonía, atravesando de continua la calzada, haga reiteradamente molesto el arte de abatir y elevar los pendones.
A la una de la tarde, con un lleno pleno del templo, comenzó la Santa Misa concelebrada por los sacerdotes Pedro Manjarín, Vicente Castro, Santiago Cadierno, Germán Pérez y el religioso capuchino Fr. Pedro Castillo. Dentro de lo siempre impactante de este evento religioso con su matiz festivo también, sorprendía el original manto de la Virgen y del Niño de Valle de la Valduerna, de raso artísticamente decorados, realizado y regalado por Celia Flórez Ramos.
Terminada la eucaristía muchos de los romeros se situaron en el entorno para comer. A las cinco de la tarde, con un muy participado rosario se organizó la despedida a sus respectivos pueblos. La numerosa asistencia a la convocatoria tradicional confirma que la Virgen del Castro significa mucho de encuentro festivo y religioso.