P.J. Abajo
Tres localidades de las Tierras de La Bañeza aportarán el próximo domingo, 13 de octubre, tres nombres propios a la ceremonia de beatificación de 522 mártires del siglo XX que tendrá lugar en Tarragona, una jornada especial enmarcada en el Año de la Fe y en la cual nueve religiosos naturales de diferentes puntos de la Diócesis de Astorga subirán a los altares tras haber dado la vida por la fe durante la Guerra Civil Española.
En concreto, en el transcurso de la mayor beatificación que se produce en la historia de la Iglesia Católica española pasarán a ser beatos Fray Ambrosio de Santibáñez (Alejo Pan López, natural de Santibáñez de la Isla), el claretiano Tomás Cordero Cordero (natural de Robledino de la Valduerna) y Eusebio de Saludes (en la vida civil Ezequiel Prieto Otero, natural de Saludes de Castroponce), todos ellos martirizados a lo largo del año 1936.
Un joven claretiano valdornés
El claretiano Tomás Cordero Cordero, natural de Robledino de la Valduerna, fue martirizado con apenas 26 años en Fernán Caballero (Ciudad Real) el 28 de julio de 1936 junto a otros 13 compañeros de la Congregación de los Misioneros Hijos del Corazón Inmaculado de la Bienaventurada Virgen María; según los escritos del Padre Federico Gutiérrez, su director se refería a este valdornés que desde niño profesó una gran devoción a la Virgen de Castrotierra como “piadoso, sencillo, obediente, aplicado y dado de veras a la virtud”.
Un capuchino de Santibáñez
El capuchino Fray Ambrosio de Santibáñez (Alejo Pan López, en la vida civil) nació en 1888 en Santibáñez de la Isla, donde fue bautizado, y en 1905 fue profesado en el noviciado en Basurto (Bilbao), estudiando Latín, Humanidades, Filosofía y Teología hasta que en 1915 recibió el presbiterado y un año después fue destinado al convento de Montehano (Santander). Tras haber llegado a Superior de la Orden, fue martirizado en Santander el 27 de diciembre de 1936 a los 48 años de edad.
Otro capuchino de Saludes
Fray Eusebio de Saludes (Ezequiel Prieto Otero en la vida civil), también religioso profeso capuchino, era natural de Saludes de Castroponce y fue martirizado en Jove (Asturias) el 14 de agosto de 1936 al igual que su compañero Ildefonso de Armellada (Segundo Pérez Arias), otro leonés que vivía en el convento de Gijón y que también fue asesinado durante la persecución religiosa en España tras el estallido de la Guerra Civil en una jornada en la que la ciudad asturiana sufrió importantes bombardeos. Tenía 50 años.
La presencia diocesana
Durante la ceremonia de beatificación del domingo, acto en el que estará presente el obispo de Astorga, Monseñor Camilo Lorenzo, además de los tres ‘bañezanos’ serán beatificados otros seis mártires nacidos en distintos pueblos de nuestra diócesis. Uno de ellos es el Padre Leoncio, cuyo nombre civil es Eladio López Ramos, natural del pueblo valdeorrés de Laroco (Ourense) y que fue martirizado el 8 de agosto de 1936 en Madrid.
También será considerada beata la Hija de la Caridad Sor Ramona Cao Fernández, natural de A Rúa de Valdeorras, martirizada en 12 de agosto de 1936 en Entrevías (Madrid), quien subirá a los altares junto al citado capuchino Segundo Pérez Arias, natural de Armellada, que fue martirizado en Jove (Asturias) y el Padre Domitilo (Felipe Llamas Barrero), natural de la localidad zamorana de Ayoó de Vidriales que fue martirizado el 6 de septiembre de 1936 en Gijón.
Finalmente, la presencia diocesana en la beatificación de Tarragona se completa con Pablo Merillas Fernández, natural de Alcubilla de Nogales (Zamora), que fue martirizado en El Escorial (Madrid) el 14 de enero de 1937 y el Hermano Domingo Ciriaco (Dionisio Domínguez Martínez en la vida civil), natural de Villoria de Órbigo, fue martirizado en Madrid el 20 de abril de 1937.
Los tres mártires de las Tierras Bañezanas que serán beatificados en Tarragona el 13 de octubre.
