La crónica de José Cruz Cabo
El pasado lunes se celebró el primer y único concierto, dentro del Festival de órgano “Catedral de León”, en la iglesia de Santa María, donde el órgano que restauró Don Santiago Carrizo volvió a deleitarnos con su sonido, acompañado esta vez por el oboe. Presidieron el concierto el director de este evento, Samuel Rubio, que hizo la presentación del mismo, al que acompañaban el alcalde, José Miguel Palazuelo, junto con las concejalas de Juventud, Carmen González y de Promoción económica, Maite Aldonza.
El profesor suizo, Benjamín Guélat, junto con la bañezana Elena González Arias, nos hicieron vibrar con la música, en su más perfecta calidad. El concierto se denominó “Cuatro colores, cuatro nacionalidades”, y con cerca de quinientos melómanos, en las hermosas naves de Santa María, tuvimos la suerte de escuchar a dos maravillosos especialistas en sus instrumentos, al órgano Benjamín y al oboe, Elena y, entre ambos , una compenetración increiblemente perfecta y un dominio de sus respectivos instrumentos de auténticos virtuosos. La música conjunta de órgano y oboe, de Bach, Couperín, Cabezón y Correa de Arauxo y una impresionante demostración de dominio del órgano de Benjamín Guélat, en una obra de Stanley, para finalizar con Juan Sebastián Bach, en una enorme orgía de notas y de conjuntación, estos dos virtuosos de sus respectivos instrumentos.
El oboe y el órgano escalaban todos los cielos musicales para llegar a los oidos de los asistentes y metérseles en el corazón, de una forma avasalladora y perfecta, hasta conseguir que el público, en religioso silencio, fuera recogiendo, íntimamente, esos acordes más que musicales, celestiales, hasta explotar al final en una enorme, sentida y emocionada ovación, a estos dos grandes músicos, que nos habían enardecido de tal manera que a muchos se les caían las lágrimas junto con los encendidos aplausos que no sabían como parar, hasta que la emoción fue aflojando el corazón de los escuchantes. Volved pronto.
El concierto fue una verdadera maravilla. Lo malo es que tiene que pasar un año para volver a oir ese maravilloso instrumento llamado ÓRGANO.
La música de BACH parece haber sido compuesta para ese órgano.
Gracias a la interprete magistral del oboe. Eres toda una profesional con un dominio perfecto de la música. Te esperamos pronto por aquó.
Saludos y gracias a todos cuantos colaboraron en traer ese milagro de la música a la iglesia de Santa María de La Bañeza.