José Cruz Cabo
El pasado sábado pudimos asistir, al fin, al concierto que nuestras bandas de música: la joven y la mayor, para que nos asombraran en el Teatro Municipal dirigidos por esa maravilla de directora que es Pachi Vélez García.
Comenzó la banda juvenil, demostrando que hoy en día cuando realiza un concierto, es que el dominio de los instrumentos es ya perfecto por joven que se sea. Así lo demostraron los jovencitos de la Banda juvenil, algunos con solo diez u once años, pero que manejan ya los instrumentos con total seguridad y eficacia interpretaron: Indian Rock, Arabesque, Anukkan is Comingi y Chatanoga Cho cho, que fueron las piezas que interpretaron con absoluta seguridad y dominio instrumental, por lo que levantaron grandes apalusos de un teatro que estaba a medias y que debió llenarse hasta la bandera, dada la calidad del concierto y su asombrosa interpretación. Las dos bandas juntas nos deleitaron con la Marcha a Santa Cecilia, patrona de los músicos, una preciosa pieza musical que no había oido nunca, pero que bordaron ambas agrupaciones musicales.
Desués comenzó el concierto de nuestra grandisima y maravillosa banda municipal, donde Pachi se volcó para que el concierto saliera redondo. Las Hijas del Cebedeo, del gran Chapí, con el solista de trompeta, Raul Castro Fernández y vaya solista, comenzó a enardecer a los asistentes, ya que la intepretación de Raul fue de una seguridad y perfección rayana en lo sublime.
Siguió la famosa Arlesienne del francés Bizet, que tantas veces se tocó en nuestra banda en los cuatro últimos años cuarenta y los primeros cincuenta, en que yo tocaba el trombón en ella, dirigido por Don Eloy y Don Claudio, que bordaron los actuales de forma exacta. La ‘Tuba Bregosa’, con Ismael Cenador Villar de solista, fue sensacional, nunca había visto a nadie que tocara el bajo o la Tuba, como Ismael, seguido de forma perfecta por el resto de la banda, que nos dejó bien claro la importancia de este isntrumento grandón en una banda.
Llegó el popurrí de Zarzuelas, con Las Leandras, La canción del olvido, La verbena de la paloma y Katiusca, que encandilaron definitvamente al público que se volcó en aplausos y gritos de muy bien. El concierto llegó a su final con La leyenda del Cristo de Maracaibo, que primero fue contada por uno de los músicos, y después maravillosamente interpretada por toda la banda, con lo que la gente puesta en pie a a su final, no paraba de aplaudir y pedir más. Pachi Vélez volvió a demostar su gran precisión para dirigir a los músicos, su alegría en el trabajo y su entrega total a las partituras, para sacar de los instrumentistas lo mejor de ellos, Ninguna cuerda falló, todas entraban y salían con una precisión exacta y de total dedicación de los instrumentistas.
Fue un concierto para enmarcar y de los mejores que han preparado nuestros músicos y su directora y quizá el mejor de la historia de nuestra banda. También hubo una ovación especial para ese gran músico llamado Benigno González, que con sus casi 93 años sigue demostrando su amor a la música, su amor a la banda y su amor a La Bañeza. Gracias Benigno por tu ejemplo.
El alcalde José Miguel Palazuelo y la concejal de Cultura, Carmen de la Torre, impusieron a dos músicos que iniciaban su andadura en la banda la insignia de la misma en sus trajes.
