La cofradía de San Antón celebró durante toda la mañana de hoy su tradicional Jornada de Exaltación del Cerdo, un encuentro popular con el que los hermanos anticipan la gran fiesta en honor del protector de los animales que celebrarán a mediados de enero del próximo año.
Con una temperatura típica de los días de matanzas, como la tradición considera imprescindible para que curen las carnes del gorrino, desde las 11 de la mañana comenzaron los trabajos para cocinar las mil raciones de chichas que degustaron otros tantos comensales en la entrada de la plaza del Centenario.
La tradición de dedicar una jornada en La Bañeza a revivir el ritual de la matanza popular se remonta a hace unos años, cuando los de San Antón decidieron honrar al santo también en diciembre, y con un día de exaltación del animal.
Entonces, en la plaza se hacían todas las labores de sacrificio del cerdo, para recordar viejos tiempos y para enseñar a los más pequeños un oficio muy leonés, hoy en decadencia. Sin embargo, los cambios en la legislación de sacrificios de animales en domicilios particulares (o en la calle, que bastante tiene que ver) hizo que aquella matanza se quedara en un reparto de chichas ya elaboradas.
Así, a falta de poder realizar en vivo y en directo todo el proceso de la matanza, la tradición ha derivado en la preparación y reparto de raciones de chichas, con un trozo de pan y un vaso de vino, como apertivo para combatir los fríos de diciembre, todo ello servido por los cofrades de San Antón, que de asuntos gastronómicos son buenos entendedores.
Durante más de una hora pasaron por las colas mil personas, animados por el calor de los fogones, el aroma de las chichas recién cocinadas y los acordes de Bañezaina, un grupo de música tradicional que, al son de la dulzaina, animó durante el reparto la espera de los comensales.
Riquísimas la chichas, muy buen ambiente a pesar del frio. Muchas gracias.
gracias por seguir con las tradiciones populares de toda la vida